Gema Morales, ya medallista internacional, a por todas en el Mundial

Con sus recién cumplidos 23 años, la karateca Gema Morales llega al próximo mundial de Madrid en el mejor momento de su trayectoria deportiva, después de haberse proclamado subcampeona en kumite -55 kilos de la Premier League de Tokio.

“No contaba con sacar medalla en Tokio, sino con disfrutar e ir combate a combate”, ha explicado la española en una entrevista a Natalia Arriaga de la Agencia EFE. “Tuve cinco encuentros en las rondas eliminatorias, me propuse pasar los cinco y lo hice. Era simplemente ajustar los cambios que llevamos haciendo toda la temporada, intentar que saliesen las técnicas nuevas que habíamos incorporado”.

Este resultado ha sido la confirmación de una karateca ejemplar y que venía obteniendo muy buenos resultados en las categorías juveniles.

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Más ofensiva

Además, no ha tenido problemas para explicar esa nueva estrategia. “Ahora prima el ataque, que inicies tú, que vayas a por los puntos. Es la tendencia actual para que los árbitros te puntúen con más facilidad”.

Sin embargo, ha reconocido que es algo que hay que saber gestionar porque “si todos vamos a atacar, es complicado ganar. Hay que dominar las acciones en contra, pero siempre enfocado a tener la iniciativa”.

Aunque Morales domina tanto el kata como el kumite, tiene que claro que “el objetivo. Tengo que centrarme mucho en el combate, que es lo que quiero ir. Estoy apostando por ello y voy a dejar los katas un poco más de lado”.

El reto de Tokio 2020

Y a pesar de la importancia de este mundial, su principal reto es buscar la clasificación para Tokio 2020. “Es bastante difícil, pero es posible”, ha argumentado. “Mientras haya una posibilidad, voy a ir a por todas”.

Más allá del tatami, la vida de Gema Morales también pasa por la “lengua y la literatura. Me gustan mucho y estoy contenta en ese ámbito. Me ayuda a separarme del deporte y luego, cuando me reengancho y vuelvo a entrenar estoy mucho más fresca”.

También reconoce, además, que es amante de la poesía y que “en los días malos en lugar de hablarlo con alguien, puede escribirlo, soltarlo”.

Ocupaba el puesto 25 de la clasificación mundial de su peso antes de su éxito en Tokio. Cuando actualicen el ránking aparecerá en torno al decimoquinto lugar, que puede mejorar si le va bien en el Mundial de Madrid. Y todo eso sin apartar de su cabeza esos próximos Juegos, una sana obsesión por los que hará todo lo necesario.

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